Déjale a tu HijoDéjale a tu hijo alguna raíz con nudo, y algunaala sin amarre. No lo presiones hasta el punto deque el vaso se rebose y quede vacío.Deja que se evaporen las locuras de ayer, ymételo en la esperanza tentadora del mañana.Sé más estrella que cerrazón de noche. Daleuna cercanía que no lo limite, y una supervisiónque no lo acorrale. Dale luz de tu pensamien-to, más que la ira de tu enojo. Dale la serenidadde tu alma, más que la inquietud de tus dudasy temores.Dale soluciones, más que recriminaciones.Dale un espacio y un perdón, no una jaula decastigo donde sus alas sólo den aletazos derencor. Dale fé en si mismo, para que sólo, puedamover sus sentimientos.No le exijas sobresalir; no lo compares connadie; no achiques la estima de sí mismo aun-que falle, ni lo supervalores porque acierte.La madre no perdona como el mundo: ellaabsuelve; no renuncia a la venganza, sino aceptala página en blanco para empezar de nuevo.Dale explicaciones a sus desasosiegos,generosidad a su egoísmo, protección a su vida,y nunca lo separes de tu corazón.Todo el que vive a tu lado te da algo de símismo, y a la vez recibe ese reflejo tuyo queirradia lo que eres. Por eso, todo lo que tegustaría ver en él, dáselo con tu solidez, con tualma, con tu amor, con el ejemplo de tu vida.Déjale tu reposo a su intolerancia, tu calmadareflexión al atolondramiento de sus años, yrazones bien fundamentadas como un detona-dor de justicia.No discutas por todo, dándole al hogar unsabor de amargura; mejor dale un beso y llénalode luz.Alguna vez pregúntate: ¿Tuvo material mi vidapara enseñarle todo lo que quisiera que fuera?La madre es la mejor carpintera del edificiode su hijo, la que sabe cómo ensamblar todoslos elementos para hacerlo resistente, la quesabe dónde apretar las tuercas y dónde abrir losespacios para que entre el sol.
Autora: Zenaida Bacardí de ArgamasillaLibro: Ramillete de Estrellas
15.12.11
DEJALE A TU HIJO
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Gracias por abrazar la verdad