7.12.09
Los campesinos pueden enfriar el planeta y alimentarlo
Silvia Ribeiro
ALAI AMLATINA, 05/012/2009.- En las próximas semanas se reunirá en Copenhague, Dinamarca, la Convención sobre Cambio Climático de Naciones Unidas. El ambiente está caliente, tanto entre los bloques de negociadores oficiales, como en las organizaciones y movimientos, que por primera vez acudirán en decenas de miles al lugar de reunión. No es para menos, el cambio climático es devastador y sus efectos serán cada vez peores, informan los científicos. El tema toca puntos neurálgicos de la civilización petrolera, al mostrar que el sistema industrial del último siglo ha ido destruyendo la vida de la gente y del planeta, en forma irreparable si no lo frenamos ya.
Pese a ello, la vasta mayoría de los gobiernos siguen empeñados en no atacar las causas reales del cambio climático, empujando en su lugar falsas soluciones, basadas en enfoques de mercado y nuevas tecnologías cada vez más peligrosas, que en lugar de mejorar la situación, la empeoran. El tema de la agricultura y alimentación es un claro ejemplo de ello. Los negociadores de cambio climático lo ven como un problema (la agricultura industrial es responsable de un altísimo grado de emisiones de gases de efecto invernadero) pero sobre todo como un campo para ampliar los mercados de carbono, paradójicamente, aumentando la agricultura industrial y sus impactos. Hay propuestas y presiones empresariales para lograr apoyos nuevos a actividades altamente destructivas social y ambientalmente, como monocultivos de árboles y soya transgénica, grandes instalaciones de cría de animales confinados, proyectos masivos de biochar o carbón vegetal (producir masa vegetal para quemarla y enterrarla como carbón en los suelos), entre otras.
Al otro extremo, movimientos como La Vía Campesina, tienen claras las causas y las combaten día a día, pero también presentan soluciones: la agricultura campesina y la producción de pequeña escala puede enfriar el planeta –y lo está haciendo–, además de alimentar a la mayoría de la humanidad.
Un reciente informe del Grupo ETC (¿Quién nos alimentará? www.etcgroup.org/es) analiza estos aspectos y plantea una serie de preguntas claves frente a las crisis climática y alimentaria.
Por un lado, las trasnacionales nos quieren hacer creer que los sistemas alimentarios son una cadena industrial que comienza con Monsanto como dueña de las semillas en un extremo y WalMart como paradigma de los supermercados en el otro, cada vez más industrializado y centralizado. Afirman que sólo ellos podrán alimentar a la población mundial creciente y enfrentar el caos climático, con sus variedades transgénicas y producción masiva y uniformizada. Exigen que los gobiernos sigan apoyando sus patentes, sus tecnologías contaminantes y sus oligopolios de mercado, haciendo la vista gorda a los impactos climáticos y de salud que provocan –que afirman van a absorber con más tecnología, más patentes y más libre comercio.
Por otro lado, la realidad es que los sistemas alimentarios del mundo no son cadenas sino redes, donde muchas personas, actividades, culturas y funciones convergen e intercambian. Más de 85 por ciento de los alimentos son producidos cerca de donde se consumen, a nivel local, regional o al menos nacional, y la mayoría gracias a campesinos y productores de pequeña escala, a indígenas, pescadores artesanales, pastores nómadas y pequeños horticultores urbanos, que en conjunto son más de la mitad de la población mundial, pero alimentan a muchísimos más y llegan a quienes más lo necesitan. Por sus formas de manejo no emiten gases de efecto invernadero sino que los absorben, ahorran agua, conservan los suelos y una enorme diversidad de cultivos, animales domésticos y peces, que son la clave de las adaptaciones necesarias frente a las crisis climáticas. Además, si se toma en cuenta todos los elementos que producen, crecen y recolectan en las pequeñas fincas y no sólo el rendimiento de un determinado cultivo por hectárea, el volumen de alimentos producidos es mucho mayor, más variado y nutritivo que en cualquier monocultivo industrial.
Un artículo de Grain resalta otro aspecto fundamental, relacionado: el cuidado (o destrucción) del suelo y su relación con el cambio climático. (Cuidar el suelo, Biodiversidad 62, www.grain.org/biodiversidad/?id=459) El uso del fertilizantes químicos y otros agrotóxicos, conlleva necesariamente la destrucción de la vida microbiana del suelo y ha sido reconocido como un importante factor de emisiones de gases de efecto invernadero. Los fertilizantes sintéticos, además de lo que emiten, destruyen la capacidad del suelo de captar y almacenar carbono. El artículo presenta un cálculo cuidadoso y realista de cómo si se recupera y estimula la incorporación de materia orgánica al suelo, a partir de prácticas agrícolas, pecuarias y pastoriles de pequeña escala, con diversidad cultural, geográfica y de manejo, resultaría en una importante reducción de emisión de gases de efecto invernadero, pero además tendría el potencial de con el tiempo, absorber las dos terceras partes del exceso de gases de efecto invernadero de la atmósfera, siendo la medida más importante propuesta hasta el momento.
La Vía Campesina y otros movimientos estarán en Copenhague para presentar estas realidades y confrontar a los gobiernos y empresas que quieren que sigamos creyendo que sin sus cadenas no tenemos futuro. La verdad es que solamente sin ellas podremos enfrentar las crisis en que nos han metido.
- Silvia Ribeiro es Investigadora del Grupo ETC. www.etcgroup.org
6.12.09
MATAR A HIPATIA OTRA VEZ
Matar a Hipatia en el siglo XXI
Hipatia ya no es una mujer, nunca fue sólo una mujer, sino la representación de que no había razones para la desigualdad. Y por ello la asesinaron.
Hipatia rompió con los moldes de finales del siglo IV y principios del V, y dedicó su vida al conocimiento y a la filosofía. Fue admirada por muchos de sus contemporáneos, pero también despertó las críticas y el rechazo de una parte de la sociedad que veía con temor que una mujer consiguiera ese estatus y, sobre todo, que lo desarrollara en un ámbito público hasta alcanzar una posición influyente.
Hipatia fue asesinada cuando contaba 60 años, lo cual indica que su muerte no fue producto de un enfrentamiento puntual nacido de la crítica a su conducta, sino la consecuencia de un proceso que culminó cuando se entendió que su vida tenía que ser limpiada con su muerte. Con ella se buscó acabar con lo que se entendía que era un problema, y mandar un mensaje a la sociedad para evitar que pudiera servir de ejemplo. En una acción claramente aleccionadora, después del crimen fue descuartizada.
Cuando se llega a una conclusión de ese tipo, el tiempo sólo aporta razones para construir el argumento con el que acabar con el problema. Así ocurrió con Hipatia y su relación con Orestes, que fue entendida como un ataque a los adversarios del prefecto romano, pero no respondieron frente a Orestes, lo hicieron contra Hipatia, porque para ellos el verdadero problema no era la política del prefecto, sino que tuviera a una mujer como asesora.
Si se analizan las circunstancias que envolvieron el asesinato de Hipatia, nos encontramos con tres elementos fundamentales: por un lado, la conducta apartada del rol de mujer en esa época; por otro, la percepción de que dicha conducta perjudicaba a quienes acabaron con su vida y suponía un mal ejemplo; y en tercer lugar, la necesidad de justificar la muerte alrededor de una conducta negat iva, que en el caso de Hipatia pasó por acusaciones de brujería y magia negra, como destaca la investigadora María Dzielska.
Hoy, 16 siglos después, Hipatia ya no es una mujer, pero sigue viva en muchas otras que rompen con los moldes establecidos por unas referencias culturales que continúan distribuyendo tiempos, espacios y roles en función del género, y que, de alguna manera, exponen a las mujeres a la aprobación y crítica del contexto social y de los hombres con los que establecen una relación. Y por ello siguen siendo asesinadas; así de terrible, así de simple.
Y a pesar del tiempo transcurrido desde el asesinato de Hipatia, al analizar hoy, los elementos que envuelven los homicidios consecuencia de la violencia de género, vemos que después de más de 1.500 años siguen siendo los mismos: las mujeres cuestionan y se enfrentan al agresor (casi el 50% de los homicidios se producen alrededor de la ruptura), el hombre percibe que esta conducta supone un ataque o un perjuicio para él (se ve cuestionado públicamente como hombre o «le quitan la casa, la paga y los niños») y la necesidad de justificar la muerte en la propia actitud de las mujeres, que son consideradas como «malas esposas, malas madres o malas mujeres» (nunca se mata a la amadísima esposa).
La violencia contra las mujeres no es nueva, pero esta circunstancia no resta responsabilidad a su abordaje en el momento actual. Todo lo contrario, la eleva porque es en esa dimensión histórica donde alcanza todo su significado y donde podemos encontrar las claves para su solución. El problema no está en si los autores visten túnica, capa o pantalones, sino en cuáles son los objetivos y la motivación de esas conductas y qué los sustenta para que hayan podido permanecer en el tiempo a pesar de la gravedad de su resultado.
Si nos aproximamos a lo que la sociedad española piensa sobre la violencia de género, quizá podamos entender mejor la situación. Según un estudio sociológico realizado por el Ministerio de Igualdad (junio de 2009), un 8,4% de la población piensa que la violencia contra las mujeres es inevitable o aceptable en algunas circunstancias, un 5% que hay agresiones justificadas, un 36,5% que la culpa es de las mujeres por prolongar la convivencia con el agresor, más de un 60% que la violencia se debe al alcohol, a problemas psicológicos o que se da en niveles culturales bajos, y un 10% considera que el hombre agresivo resulta más atractivo. De alguna manera, los estudios reflejan que aún existen elementos suficientes para hacer del recurso a la violencia una posibilidad, que después será integrada sobre las referencias culturales que la presentan como algo inevitable, justificable, aceptable o producto de interferencias externas, cuando no de la propia mujer.
El día 25 de noviembre es un día para llamar la atención sobre esta realidad: la de la violencia visible y la de sus causas ocultas; un día para hacer del debate conciencia, y de la conciencia acción, pues sólo el conocimiento y la crítica que despierte podrán cambiar las causas que acabaron con la vida de Hipatia en el año 415, las mismas que hoy, en pleno siglo XXI, lo hacen con la de tantas mujeres.
Si tras la muerte de la filósofa de Alejandría se hubiera conmemorado un día anual para buscar la participación decidida de la sociedad en el cambio del marco de las relaciones sociales entre hombres y mujeres, habríamos celebrado 1.593 días, que habrían supuesto casi cuatro años y medio de reflexión. Sin duda muy poco en los más de 15 siglos transcurridos para detener la inercia de un tiempo que empuja con la decisión de quienes quieren perpetuar la situación. Por eso hoy tenemos un día para la conmemoración y 364 para la acción. Hay que quitarle tiempo al tiempo cuando ha sido la Historia quien ha secuestrado a la igualdad.
(Gracias G.)
Miguel Lorente Acosta es delegado del Gobierno para la Violencia de Género.
El Mundo, 25 de noviembre de 2009
Fuente: Fundación José Saramago
CONFERENCIA POR EL CAMBIO CLIMÁTICO 2009
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague (7 Aal 18 de diciembre de 2009) será el momento en la historia en que la humanidad pueda aceptar el reto y abordar la cuestión de manera decisiva. Las emisiones de gases de tipo invernadero, más allá de toda duda, deben reducirse radicalmente para impedir que el cambio climático se convierta en un caos climático. (Leer más)
¿Qué consecuencias podemos esperar y qué podemos hacer?
La proyección de las consecuencias del calentamiento global es una de las tareas más difíciles del los investigadores climáticos de todo el mundo. Primeramente, porque los procesos naturales que provocan las precipitaciones, tormentas, la subida del nivel del mar y otros efectos esperados del calentamiento global dependen de muchos factores diferentes. En segundo lugar, porque es difícil proyectar la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero en las décadas venideras, ya que vienen determinadas en gran medida por decisiones políticas y descubrimientos tecnológicos.
Muchos de los efectos del calentamiento global están bien documentados y las observaciones de la vida real coinciden con las proyecciones más tempranas. Lo que es difícil es predecir el impacto preciso. Entre los efectos que pueden predecirse están:
Más sequías e inundaciones:
Cuando el clima se calienta, aumenta la evaporación terrestre y marina. Esto causa sequías en las áreas del mundo en que este aumento de evaporación no se ve compensado con mayores precipitaciones. El vapor de agua adicional de la atmósfera debe volver a caer en forma de precipitaciones, lo que puede provocar inundaciones en otras partes del mundo.
Menos hielo y nieve:
En estos momentos, los glaciares de todo el mundo se están deshelando con rapidez. El hielo se está fundiendo con mayor rapidez que la estimada en el último informe del IPCC. En las áreas que dependen del agua del deshielo de las montañas, esto puede provocar sequías y falta de agua potable. Según el IPCC, hasta una sexta parte de la población mundial vive en zonas que resultarán afectadas por estos problemas.
Más ejemplos de condiciones climáticas extremas:
Es muy probable que el clima más caliente cause más olas de calor, más casos de lluvias torrenciales y también un aumento en el número o la intensidad de las tormentas.
Subida del nivel del mar:
El nivel del mar sube por dos razones. En parte por el deshielo de la nieve y el hielo y en parte por la dilatación térmica del mar. La dilatación térmica es un proceso lento, pero incluso un aumento de temperatura de dos grados centígrados, con el tiempo, puede causar una subida de casi un metro en el nivel del mar.
Para hacerse un idea de la gravedad de las consecuencias, los investigadores suelen trabajar con escenarios que muestran varios desarrollos posibles.
La verdad sobre el cambio climático
Mucha gente pregunta cuán seguros estamos sobre la ciencia del cambio climático. El análisis más definitivo de la evidencia científica ha de encontrarse en el trabajo del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, tal su sigla en inglés) y su último informe de relevancia publicado en 2007. Yo tuve el privilegio de presidir o copresidir las evaluaciones científicas del Panel entre 1988 y 2002.
Leer la nota
Todo parecido con Argentina es accidental
No-B day
December 7th, 2009Si Cicerón todavía viviera entre vosotros, italianos, no diría “¿Hasta cuando, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? y sí: “¿Hasta cuando, Berlusconi, atentarás contra nuestra democracia?”. De eso se trata. Con su peculiar idea sobre la razón de ser y el significado de la institución democrática, Berlusconi ha transformado en pocos años a Italia en una sombra grotesca de país y a una gran parte de los italianos en una multitud de títeres que lo siguen aborregadamente sin darse cuenta de que caminan hacia el abismo de la dimisión cívica definitiva, hacia el descrédito internacional, hacia el ridículo absoluto.
Con su historia, con su cultura, con su innegable grandeza, Italia no merece el destino que Berlusconi le ha trazado con frialdad canalla y sin el menor vestigio de pudor político, sin el más elemental sentimiento de vergüenza.....
(De: El Cuaderno de Saramago)
27.11.09
La ilusión del movimiento
Este es un artículo que tomé del Blog de Artes Plásticas y dibujos del IES. Santo Domingo de Guzmán de Lerma (Burgos)
Es un trabajo de "ilusión óptica" fantástico.
IR AL BLOG ORIGINAL: dibujoiesdelerma.blogspot.com
25.11.09
JUAN GELMAN Y OTRAS CUESTIONES
¿Oíste corazón?, nos vamos con la derrota a otra parte.
Con los muertos a otra parte
....... arrastran sus lágrimas con un pañuelito detrás como barriendo el padecer....."
La historia argentina reciente con las experiencias de vida de Juan Gelman
Ver el video "Juan Gelman y Otras Cuestiones" - Documental Premio Cervantes 2008
"Venancia y Crispín", 1992
10.11.09
¿Vamos al Museo del Prado?
Citas en Claroscuro
En junio de 1999 nació la sección de «Claroscuro» en Rinconete, la publicación diaria del Centro Virtual Cervantes. Todos los martes, expertos historiadores del Arte comentan en «Claroscuro» una obra perteneciente a las extensísimas colecciones de pintura, escultura y artes decorativas del Museo del Prado.
Citas en Claroscuro recopila esos comentarios semanales y ofrece además en cada sección una interesante galería con las obras estudiadas; es una muestra que no deja de crecer.
3.11.09
Festival de la India en Buenos Aires
10.10.09
BRYAN NOS NECESITA
DESFILE SHOW A BENEFICIO DEL FONDO TERAPEUTICO DE BRYAN
El martes 13, todos a comprar la entrada para el evento.
DESFILE DE MODELOS FEMENINAS Y MASCULINOS CON SHOW, BAILARINES EN ESCENA.PARTICIPARAN DISEÑADORAS DE MODAS EXCLUSIVAS QUE TAMBIÉN EFECTUARAN UN SORTEO DE SUS DISEÑOS AL FINAL DEL EVENTO Y MUCHAS SORPRESAS MÁS.
CONTAREMOS CON LA PARTICIPACIÓN ESPECIAL DE ROMINA PAMELA ERLAN Y EL CANTANTE ORLANDO NETTI.
(AL FINAL DEL DESFILE SE SORTEARÁN MODELOS EXCLUSIVOS PARA TODOS LOS ASISTENTES.)
FECHA DEL EVENTO 04 DE NOVIEMBRE DE 2009!!!
HORARIO DE COMIENZO DEL EVENTO 19.30 HRS. - FINALIZA 22 HRS.
CAPACIDAD LIMITADA SOLO 200 LOCALIDADES CON RESERVA ANTICIPADA.
NO PIERDAS TU POSIBILIDAD DE COMPRAR POR ANTICIPADO TU BONO CONTRIBUCIÓN INFORMATE, CONSULTANOS.
LAS LOCALIDADES ESTARÁN A LA VENTA A PARTIR DEL MARTES 13 DE OCTUBRE, EN LA ASOCIACIÓN CIVIL PARTICIPAR PARAGUAY 4688 PALERMO DE 15 A 17 HRS. – CONTACTO SR. MARTÍN RITZER, LAS RESERVAS SON UNICAMENTE COMPRANDO EL BONO CONTRIBUCIÓN VALOR $ 30.- PESOS.
Consultas Sergio F. Balzano 156-1432-325
MUCHAS GRACIAS!
TODOS AQUELLOS QUE DESEEN COLABORAR DE ALGUNA FORMA CON EL EVENTO PUEDEN COMUNICARSE AL 156-1432-325 Sergio Fabián Balzano familiabalzano@fibertel.com.ar
Luego los derivaré a las personas encargadas del evento en cada área.
(Promotoras, diseñadores/as, zapatos, accesorios, artistas, etc.)
Muchas gracias! Sergio
Por Bryan.... En memoria del papá de Yanina Caldera
6.10.09
29.9.09
13 millones de pobres en la República Argentina
28.9.09
Conversación FICTICIA en torno a Medvedev
por José Carlos Gallardo el 28 Sep 2009 | URL Permanente
(Nos centramos en el grupo del lado izquierdo de la foto. Esta conversación IMAGINADA la suponemos en inglés y la situamos en el justo momento de realizarse la fotografía de los líderes asistentes a la última cumbre del G-20 en Pittsburgh -el pasado viernes 25 de septiembre-)
CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER: Dimitri, creo que hoy -en Moscú- ha habido una vista judicial, como poco, curiosa...
SILVIO BERLUSCONI: ¡Cómo sois de curiosas las mujeres!
DIMITRI MEDVEDEV: Centrémonos en la foto, que es lo que importa.
FELIPE CALDERÓN: Cristina, ¿a qué te refieres con eso de "una vista judicial curiosa"?
CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER: Te cuento. Hoy ha tenido que comparecer ante un tribunal de Moscú uno de los dirigentes de la ONG rusa "Memorial", un tal Orlov, que el pasado 15 de julio acusó directamente al presidente de Chechenia de la muerte de una conocida activista de Derechos Humanos, Natalia Estemírova. Y, claro, el líder checheno le denunció por difamación. Lo curioso es que mientras que el asesinato permanece impune, al final ha sido un defensor de los Derechos Humanos al que se ha visto sentado en el banquillo de los acusados... Y, por cierto, el caso ha ido muy rápido...
DIMITRI MEDVEDEV: En mi país, la Justicia es eficaz.
SILVIO BERLUSCONI: ¡Y los que difaman han de ir a la cárcel!
CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER: Ya, pero la cosa no acaba ahí, porque -según he leído- el de la ONG ha insistido en responsabilizar al presidente checheno porque ha dicho que en aquella república del Caúcaso no ocurre nada sin que, antes, pase por él...
SILVIO BERLUSCONI: ¡Me asombra que una mujer siga tan de cerca la prensa extranjera!
CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER: Hombre, a mí me gusta ocuparme -sobre todo- de la prensa de mi país, pero también suelo mirar la de afuera. Y el caso me ha llamado la atención. No sé qué pasará ahora. El abogado del líder checheno ha propuesto retirar la demanda, en la que pide una indemnización de 10 millones de rublos, si "Memorial" se retracta de su acusación...
DIMITRI MEDVEDEV: Ramzán Kadírov es un hombre justo, por eso le hemos dejado el destino de la república chechena en sus manos.
FELIPE CALDERÓN: Y, de todas formas... ¡Menudo revuelo con el caso de esa activista! Si tuviera yo que ocuparme de cada uno de los casos de mujeres asesinadas en mi país... ¡Ya tengo bastante con el narcotráfico!
SILVIO BERLUSCONI: Y no lo olvidéis, la prensa siempre miente, ¡vete tú a saber si todo lo que nos cuentan de Rusia es cierto!
DIMITRI MEDVEDEV: Sí, como que yo soy una marioneta de mi amigo Putin...
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO (para sí): Tengo que ponerme en serio con el inglés. Así es imposible meterme en la conversaciones.
¡CLICK!
¿ES UN CHISTE?
Parece que un trasnochado millonario consiguió ser el nuevo turista espacial a cambio de, sólo 50 millones de dólares.
Pero él sólo lo hace para concienciar del uso del agua en el planeta, de llamar la atención sobre la importancia del acceso universal al agua potable.
50 millones de dólares para hacer conciencia sobre el uso racional del agua y el acceso a ella, mientras más de la mitad de la población mundial no tiene agua potable????
QUIÉN PUEDE CREER SEMEJANTE HISTORIA
TENÍA GANAS DE VIAJAR AL ESPACIO Y PUNTO!!!
De escudos militares y payasos espaciales
24.9.09
Huérfano
Jumaane, un bebé elefante de dos años se sube a la espalda de su madre muerta en el Parque Animal de Nyiregyhaza, 245 kilómetros al este de Budapest, Hungría. Los cuidadores le permitieron quedarse unas horas junto al cuerpo sin vida antes de llevárselo convirtiendo al pequeño en el único elefante del Zoológico. (AP)
Publicado en El Observador Global
La Era de la Estupidez
Tal vez estamos cumpliendo con una "restauración natural" y por eso marchamos hacia la propia destrucción con la estupidez de la soberbia, con la ilusión psicótica de ser invencibles.
Darwin nos ha prestado "autoridad científica" para manipular sus conceptos y justificar que sólo el más fuerte es el vencedor, algo así como "el fin justifica los medios" llevado a la cadena biológica. Así fuimos desarrollando nuestra loable tarea de exterminio unos contra otros y todos contra los más vulnerables.
Será por esta razón que estamos devorando y violando a nuestras propias crías y aniquilando a las poblaciones y etnias menos favorecidas por "la teoría del bienestar".
Ellos, en especial niñas y niños son el blanco más exitoso de todas las acciones destructivas que emprendemos o generamos a gran escala, a saber, guerras, hambre, contaminación y vaciamiento de los sistemas de valores, responsabilidades y derechos.
¿Mi confort y comodidad vale el aniquilamiento de las generaciones venideras?.....
Si te parece absurdo, te recuerdo que en 1996, un ministro de Tailandia dijo que era necesario sacrificar una generación de mujeres (niñas) vendiéndolas como esclavas (sexuales en su mayoría) para lograr el bienestar del país.
¿Vos y yo, de qué lado del absurdo estamos?
Los invito a ver el trailer de la película - "La Era de la Estupidez". Ya está en el cine, aquí en Argentina
Bryan sigue tratando de crecer feliz y sano
Bryan Alexis cumplió 11 añitos contra los peores pronósticos.
La receta fue: amor, amor, amor y lucha de él, de su familia y de varios profesionales.
Los tratamientos médicos convencionales lo condenaban a una tortura sistemática y al empeoramiento progresivo de su diagnóstico y calidad de vida. Hasta que hallaron el camino de tratamientos alternativos que le devolvieron a él y a toda su familia la esperanza.
Bryan está cada día mejor, pero necesita de esos tratamientos que ninguna obra social cubre "y no están dentro del nomenclador aunque se demuestre como en este caso, que son el único medio para alcanzar un objetivo de vida razonable y mejor".
Para costear su tratamiento la famila hipotecó lo que pudo varias veces y se deshizo de casi todo lo que logró vender, TODO, TODO para que Bryan Alexis viva mejor.
Aquí va su historia, publicada en su web: http://www.con-esperanza.com.ar/ en donde también vas a encontrar cómo ayudar.
Numero de cuenta benéfica en todas las sucursales del Banco de la Nación Argentina: 14048824/9
Para transferencias: CBU: 01100143-30001404882497
Lo que puedas hacer sumará a esta lucha de amor y vida.
Gracias
Claudia
Te invito a leer parte de lo que hallarás en la web de Bryan para conocerlo mejor y ver sus progresos paso a paso.
Bryan Alexis nació el 8 de Enero de 1998 por parto natural. Su Mamá estaba perfectamente normal y rompió bolsa con liquido claro,lamentablemente cuando habían pedido que naciera por cesárea, el obstetra dijo que no se podía. Mientras estaba bajando normalmente por el canal de parto de repente, se quedo trabado y no pudieron sacarlo ni aun si ¨hubieran utilizado fórceps¨. El resultado de una mala praxis fue que Bryan se ahogo, y nació muy deprimido, sin respiración. Trataron de entubarlo tres veces, sin resultados, hasta que por fin después de media hora de lucha entre sacarlo del canal de parto y entubarlo de varias formas, lograron hacerlo reaccionar. Debido a la mala praxis médica, los padres de Bryan han luchado durante los últimos años, balanceándose entre la vida y la muerte, ya que Bryan quedo con una seria afección pulmonar y cerebral, además de adquirir Síndrome de West refractario severo como base. Después de luchar durante años, y no tener progresos con métodos convencionales, llegaron a desahuciarlo en relación a lo que tiene que ver con su estado neurológico, sus problema respiratorios, reflujos, sincopes (Desmayos) pronosticando un limite de vida muy corto e incierto, ya que sufría diariamente unos 60 episodios de mas de 100 salvas epilépticas cada uno, que dejaban su cerebro cada vez mas dañado y con mayor deterioro cognoscitivo. Luego paso a la etapa de lo que se conoce como gran mal teniendo 16 sincopes al día con perdida de conocimiento, respiración detenida e incontinencia de esfínteres. Las crisis epilépticas no se podían controlar con medicamentos químicos alopáticos, aun de última generación. Su Padre profesional en el área informática, sin conocimientos previos de medicina alguno se comenzó a dedicar enteramente a el, y encontró médicos, medios, medicamentos y métodos alternativos mediante la investigación, el estudio, el trabajo, aun cuando todos los neurólogos se le opusieron. Bryan estaba a cargo de un equipo completo de epilepsia que contaba con los mas actualizados y experimentados especialistas en neurología convencional, en total 13 neurólogos trabajando alunisono en un determinado momento de la vida de Bryan cuando todo era negro, y este hermoso niño no podía percibir por estar narcotizado el mundo que lo rodeaba. La persistencia de su Padre aun cuando encontró siempre marcada oposición de la medicina de aquel entonces, y en variadas etapas aun de su propia familia, ha logrado encontrar métodos alternativos, compuestos específicos para lograr el control y posterior superación de la epilepsia generalizada refractaria de difícil control, que más de 20 especialistas en neurología, aun narcotizando a Bryan, no pudieron controlar. El trabajo y el amor de un padre contando siempre con la ayuda de Dios y su esposa, pudo hacer esto realidad, para brindarle una mejor calidad de vida a su hijo, la posibilidad de rehabilitarse, aprender y alcanzar una vida mejor.
Trabajo, administración, horas de sueño invertidas por amor a su hijo, después de varios años gracias Dios a han dado buenos frutos a pesar de la tremenda lucha que sufrió su Padre. Hasta el día de hoy, se han logrado avances increíbles en Bryan gracias a Dios, estas terribles crisis en un tiempo prudencial, se pudieron controlar sin recidivas hasta el presente, actualmente Bryan ya no necesita de ninguna medicación especial para el control de las crisis, recuperando también varias funciones naturales que perduran y mejoran mediante estimulación especial. Los métodos de rehabilitación y demás terapéuticas que Bryan recibe hoy, son todos muy costosos, y los necesita seguir recibiendo durante algunos años mas hasta que alcance su desarrollo final, y logre enderezar toda su estructura músculo esquelética, para lo cual trabajamos arduamente. Lamentablemente todos estos métodos y tratamientos no convencionales, no son pagados por ninguna obra social y sus padres afrontan compromisos económicos enormes mes a mes, contando solo con la ayuda de sus sponsors.
Ha sido el sueño de su padre la creación de una Fundación que alcance a todos los niños que sufren estas severas complicaciones para poder brindar aquellos conocimientos alcanzados en muchos años de arduo trabajo, estudio y sufrimiento mientras la vida de su hijo se debatía entre la vida y la muerte, damos gracias a que esa etapa tan difícil ha sido superada y ahora estamos trabajando para que Bryan pueda recibir educación y estimulación correcta, para alcanzar una buena calidad de vida y ser lo mas independiente posible.
SU PAPÁ Y SU MAMÁ DICEN: Lo hemos dado todo por Bryan, la lucha valió la pena y lo volveríamos a hacer.
Hoy recurrimos a ti si esta en tus deseos ayudar. Lo que sembramos eso mismo cosecharemos algún día. http://www.con-esperanza.c
Existen maravillosos potenciales a desarrollar en niños especiales. Todos ellos expresan amor puro, verdadero y llegan a alcanzar su máximo potencial con perseverancia. Estamos seguros que con trabajo, dedicación y el Amor de sus padres se logran avances increíbles.
Tienen el derecho a recibir las mejores oportunidades para que puedan desarrollar una vida plena, independiente y feliz.
Te pedimos tu colaboración en esta recaudación de fondos por Internet, para que esto se haga realidad.
La Web de Bryan – http://www.con-esperanza.com.ar – en Busca de Una Vida Mejor!
Anexo nuestras noticias – http://www.con-esperanza.com.ar/...
Por ahora no hemos organizado ningún evento, solo disponemos de una cuenta Benéfica en el Banco Nación, libre de gastos por depósitos para recolectar fondos de aquellas personas que deseen colaborar con Bryan. Porque la obra social no se hace cargo de su tratamiento y es muy costoso.
Muchas gracias, Sergio F. Balzano
22.9.09
SEGUNDOS PARA TODOS
Segundos para Todos es una iniciativa desarrollada por Cablevisión que tiene por objetivo difundir el trabajo que realizan las Organizaciones Sociales de todo el país. Asimismo, contribuye a mejorar la calidad de los mensajes de bien público para potenciar el impacto de su difusión y crear conciencia respecto de estas cuestiones en la sociedad.
En un concurso se eligen las mejores piezas de comunicación de iniciativas sociales que son premiadas con segundos en las señales que Cablevisión tiene disponibilidad.
Además se utiliza el sitio web www.segundosparatodos.com.ar para divulgar todas las propuestas que alguna vez participaron del concurso. Mediante espacios rotativos, semanalmente, pueden verse los videos por temática, por edición y generar un contacto con los representantes de las organizaciones.
Segundos para Todos es un puente de comunicación y acción que nos permite conocer la realidad de los que mas necesitan y trabajar por ellos. Entendemos que juntos podemos hacerlo.
La gran transformación desde los años ochenta hasta la crisis actual, tanto en el Sur como en el Norte
¿Son los excesos de algunos banqueros sin escrúpulos la verdadera causa y razón de la crisis financiera mundial, como lo pretende el presidente Obama? O sería más bien y alegóricamente el árbol que nos impide ver el bosque? Los datos reunidos por el economista Eric Toussaint señala al contrario que la crisis es más bien el resultado de un largo proceso de transformación de las reglas económicas desde los años 80. El capital cada vez mejor remunerado, el trabajo no. Después de haber pillado los países del Sur, esta lógica destruye ahora los países del Norte. La crisis es entonces sistemática. Que se quiera o no, ella marca un paroxismo en la lucha de clases. Si las reglas para una repartición justa de las riquezas no cambian, grandes enfrentamientos sociales serán inevitables.
Después de la segunda guerra mundial, en el Norte las décadas de los cincuenta y sesenta estuvieron marcadas por un fuerte crecimiento económico (años llamados los «Treinta gloriosos») que permitió a los trabajadores conquistar, por la lucha, importantes avances sociales, como un aumento neto del nivel de vida, la consolidación del sistema de seguridad social, mejora de los servicios públicos, en especial la educación y la sanidad, etc. El Estado procedió también a efectuar numerosas nacionalizaciones, lo que reforzó su poder de intervención económica. Las poblaciones se beneficiaron mucho, más que antes, de la riqueza creada en el nivel nacional, mientras aumentaba la parte correspondiente a los salarios en la renta del país.
Al mismo tiempo, en el Sur, mientras los países latinoamericanos se encontraban en una fase de rápida industrialización, se proclamaba —al menos oficialmente— la independencia de la mayor parte de los países africanos y asiáticos. Algunos de ellos trataron de conseguir una autonomía política y económica real (unos, como la India, Indonesia y Egipto, respetando el sistema capitalista, mientras otros, como China, Vietnam y Cuba, rompiendo con éste), pero la gran mayoría de los nuevos países independientes estaban, y siguen estando, sometidos a la autoridad de una gran potencia, a menudo la antigua metrópoli.
La deuda es uno de los factores más poderosos de este sometimiento, pues en el momento en que la administración y el ejército de los países colonizadores abandonaban físicamente el país que conquistaba su independencia, los gobiernos de los nuevos Estados eran incitados a endeudarse masivamente. Los acreedores aparentaban ignorar la malversación —aunque incluso la alentaban—que las clases dirigentes locales hacían de los fondos recibidos. Los países del Sur, cada vez más endeudados, debían aumentar continuamente su producción para la exportación, y obtener así las divisas necesarias para el reembolso de la deuda. Actuando de este modo, comenzó entre ellos una competencia para poner en el mercado bienes primarios (algodón, café, cacao, bananas, azúcar, cacahuete y otras oleaginosas, minerales...) que la economía de los países del Norte necesitaba. Esta superproducción sería dramática para la evolución del precio de estos bienes, tanto más cuando los países del Norte sufrieron, a partir de 1973, la primer gran recesión después de la segunda guerra mundial.
Los años ochenta del siglo pasado estuvieron marcados por un cambio en las relaciones de fuerza, tanto entre los países industrializados y los de la Periferia como entre los capitalistas y los asalariados. Fue el resultado de la combinación de varios factores:
1.- La decisión de Paul Volcker, actual consejero económico de Barack Obama, por la que aumentó brutalmente el tipo de interés a partir de fines del año 1979, cuando era director de la Reserva Federal de Estados Unidos.
2.- El «contragolpe petrolero» de 1981 que puso fin a una política de precios elevados de los bienes primarios favorable a los países exportadores de la Periferia. (Todos los precios de las materias primas y de los productos del agro sufrieron una continuada tendencia a la baja desde 1981 hasta comienzos del año 2000.)
3.- La ofensiva general de los gobiernos de Margaret Thatcher y de Ronald Reagan contra los asalariados, en el marco de la crisis económica generalizada entre 1980 y 1982. Las relaciones de fuerza se deterioraron ostensiblemente, tanto para los países de la Periferia como para los asalariados.
México (seguido más tarde por otros países de Latinoamérica) al sentirse acorralado por tener que desembolsar el servicio de la deuda con unos ingresos fiscales menguantes, paró momentáneamente el pago de su deuda en agosto de 1982 [1] : era la «crisis de la deuda», que afectaría a todos los países del Sur con el paso de los años. El nudo corredizo se cerraba sobre el cuello de los pueblos del Tercer Mundo. A continuación, el stock de la deuda exterior pública de los PED aumentó rápidamente.
Se produjeron transferencias masivas de fondos desde los países de la Periferia hacia los países más industrializados, principalmente por medio de los pagos de la deuda externa. A mediados de la década de los ochenta, la transferencia neta sobre la deuda pasó de positiva a negativa, ya que los gobiernos de los países en desarrollo (PED) debieron desembolsar, cada año, una cantidad mayor que la que recibían como nuevos préstamos de parte de los acreedores, sin conseguir, sin embargo, acabar con la deuda. Por el contrario, el stock de la deuda continuó creciendo.
Este fenómeno para el conjunto de los PED se muestra en los gráficos siguientes (gráficos 1 y 2).
Para ver el artículo con los gráficos haga click aquí.
Evolución de las transferencias netas sobre la deuda externa pública de los PED. La deuda externa pública incluye la deuda externa pública a largo plazo y los créditos del FMI. La transferencia neta sobre la deuda es la diferencia entre los préstamos concedidos y las sumas desembolsadas durante un año determinado. Una diferencia positiva significa que la suma prestada y que ingresó al país fue superior a la suma total de los pagos de ese año. Si la diferencia es negativa, la suma desembolsada fue mayor que el total recibido en forma de préstamos durante ese año. El gráfico muestra que entre 1985 y 2008, excepto los años 1993 y 1998, la transferencia neta fue negativa: una vez hechas las cuentas, los gobiernos de los PED reembolsaron mucho más de lo que recibieron en nuevos préstamos y sin embargo no lograron disminuir su deuda por el contrario…(véase más abajo).
El aumento de la deuda pública y de las sumas a devolver afecta también a los países más industrializados, lo que en el Norte significa una transferencia masiva de los ingresos de los asalariados en beneficio de los capitalistas. En efecto, los gobiernos reembolsan las deudas contraídas con los bancos privados y otros inversores institucionales (compañías de seguros, fondos de pensiones, mutual funds) con una parte cada vez más importante de los impuestos, que, principalmente, son pagados por los asalariados. Desde los años ochenta hasta la actualidad, los gobiernos neoliberales o socioliberales van reduciendo constantemente los impuestos pagados por los capitalistas —lo que produce el aumento de la parte de los impuestos provenientes de los trabajadores— en el total de ingresos fiscales que se destinan al pago de la deuda.
En los países más industrializados (pero también es cierto para los países del Sur), la patronal multiplica las agresiones contra los asalariados con el fin de aumentar substancialmente sus beneficios, y con el apoyo de los gobiernos consigue alcanzar su objetivo. Y eso lo muestra muy bien el gráfico siguiente. La tasa de beneficio, que había sufrido una tendencia a la baja en el curso de los años 1960 y 1970, comienza a aumentar de nuevo, de forma estable, a partir de 1981-1982.
La tasa de beneficio de Europa está compuesto por la tasa media de beneficio de Alemania, Francia y el Reino Unido.
La tasa de beneficio se ha calculado como el cociente entre el excedente neto de explotación nacional y el stock de capital neto del país. Fuente: Elaborado por Nacho Álvarez y Bibiana Medialdea a partir de datos de AMECO (Annual Macroeconomic Data Base, Comisión Europea) Por otro lado, la parte de los salarios en el producto interior bruto también sufrió una caída acentuada a partir de 1981-1982 (la tendencia a la baja, que había comenzado en Europa con la gran recesión de 1974-1975, se profundizó a partir de 1981). En forma inversa, la parte de los ingresos que embolsa el capital aumenta.
Si se suma Japón y algunos otros países industrializados a Estados Unidos y la Unión Europea, se obtiene, aproximadamente, el mismo tipo de evolución. La proporción de la masa salarial en el PIB comienza a bajar a partir de 1974-1975. El descenso se acentúa francamente a partir de 1982.
Como muestra la curva de Sáez (gráfico 5), la parte del ingreso nacional de Estados Unidos que corresponde al 10 % más rico de población creció de manera impresionante. El crecimiento es particularmente fuerte a partir del comienzo de los años ochenta. Mientras que el 10 % más rico acaparaba el 35 % del ingreso nacional en 1982, su parte aumenta en forma espectacular y alcanza el 50 % 25 años más tarde, reproduciéndose así la situación que precedió al crash de la Bolsa de Wall Street de 1929.
La gran transformación de los años ochenta se manifiesta también por la distancia creciente que separa la tasa de beneficio (que aumenta) de la tasa de acumulación (que baja). Expresado de forma simple: desde 1980, una porción creciente de los beneficios no se invierte en la producción sino que es absorbida por los capitalistas o es desviada hacia la esfera financiera de acuerdo con un comportamiento rentista.
Otra evolución completa la gran transformación: en Estados Unidos: mientras que la parte de los salarios disminuye en la composición del producto interior, el consumo privado aumenta fuertemente a partir de 1981-1982. Y eso significa dos cosas:
1.- Los asalariados financian en forma creciente su consumo a través de créditos. El 20 % más pobre de la población fue el que más aumentó su endeudamiento (un 90 % entre 2000 y 2007), constituyendo el eslabón débil del proceso y el público natural de las subprime.
2.- Los capitalistas consumen cada vez más y utilizan una parte creciente de sus beneficios en sus gastos suntuarios. Pero también se endeudan. En efecto, si se tiene en cuenta la masa del crédito, el 20 % más rico contribuyó a la mitad de la progresión de la deuda de las familias registrada entre 2000 y 2007. Los ricos se endeudaron para especular en la Bolsa o en otros sectores, como el inmobiliario, puesto que los precios estaban en alza.
En Estados Unidos (gráfico 7 A) el consumo creció fuertemente mientras que la masa salarial disminuía. En el seno de la Unión Europea (gráfico 7 B), la parte del salario bajó de manera importante mientras que el consumo se mantuvo. La diferencia entre Estados Unidos y la Unión Europea en cuanto a la evolución del consumo se debe a que, exceptuando el Reino Unido, España e Irlanda, el endeudamiento de las familias se mantiene netamente inferior al de Estados Unidos (aunque progresa lentamente). Es decir, el crédito ha financiado el consumo en menor proporción.
El gráfico 8 muestra que en Estados Unidos son los bancos, las compañías de seguros y los demás inversores institucionales los que tuvieron un fuerte crecimiento de rentabilidad, mientras que la tasa de beneficio del sector industrial progresó mucho menos.
La tasa de beneficio de las sociedades no financieras se ha calculado como el cociente entre sus beneficios y el stock neto de capital fijo de dichas sociedades. La tasa de beneficio de las sociedades financieras se ha calculado de forma análoga.
Fuente: Elaborado por Nacho Álvarez y Bibiana Medialdea a partir de US Department of Commerce, BEA, National Economic Accounts. En resumen, la gran transformación que comenzó en los años ochenta, continuación de la ofensiva lanzada por el capital contra el trabajo, suponía un crecimiento económico cuyos resultados estaban repartidos de manera cada vez más desigual. El crecimiento estaba apoyado en una acumulación de deudas en el marco de una financiarización creciente de la economía. Más tarde o más temprano, este modelo de acumulación debía entrar en crisis cuando el eslabón más débil de la cadena cediera (el mercado de las subprime). Y eso sucedió a mediados del 2007.
Lejos de ser un accidente económico o la consecuencia de las fechorías de algunos, [2] se trata de la continuación natural de la lógica que prevalece en el sistema capitalista. Además, como dice Michel Husson: «Los mercados financieros no son un parásito en un cuerpo sano. Se alimentan del beneficio no invertido pero, con el tiempo, adquieren un grado de autonomía que refuerza este mecanismo. Los capitales libres circulan a la búsqueda de una rentabilidad máxima (la famosa norma del 15%) y logran, al menos temporalmente, obtenerla en ciertos segmentos. Los propios bancos captan una parte creciente de los beneficios. Esta competencia por un rendimiento mayor eleva la norma de rentabilidad y rarifica un poco más los lugares de inversión juzgados rentables, desprendiendo así nuevos capitales libres que a su vez partirán a la búsqueda de una rentabilidad financiera aún mayor. Este círculo vicioso se basa, una vez más, en un reparto de las rentas desfavorable a los trabajadores y al reconocimiento de sus necesidades sociales.» [3]
Para entender la crisis que estalló en 2007, conviene no detenerse en su detonador. La cascada de quiebras financieras, a pesar de ser la parte visible, no constituye la causa fundamental de la crisis.
Hace 150 años, Karl Marx previno sobre una interpretación superficial de las crisis capitalistas: «Los años 1843-1845 fueron los de la prosperidad industrial y comercial, consecuencias necesarias de la depresión casi permanente de la industria en el período de 1837-1842. Como siempre, la prosperidad trajo muy rápidamente la especulación. Ésta surge regularmente en los períodos donde la superproducción llega a su límite, y le ofrece algunas salidas momentáneas. Pero al mismo tiempo urge la irrupción de la crisis y aumenta su violencia. La crisis misma estalla en primer lugar allí donde la especulación se expandió y sólo más tarde llega a la producción. El observador superficial no ve la causa de la crisis en la superproducción. La desorganización consecutiva de la producción no aparece como el resultado necesario de su propia exuberancia anterior sino como una simple reacción de la especulación que se desinfla.» [4]
La conclusión se impone: esta crisis tiene sus raíces en el sistema capitalista como tal, y no simplemente en su fase neoliberal.
Entonces, ¿cómo podemos salir de ella? Hay muchas salidas capitalistas a la crisis, ya que este sistema no se hundirá por sí solo. La que ahora buscan los gobiernos actuales implica una profundización de la ofensiva del capital contra el trabajo: austeridad o reducción de los salarios, aumento de la explotación de los trabajadores y de los pequeños productores, utilización de una porción mayor de los ingresos fiscales para el salvamento de los capitalistas y para el reembolso de una deuda pública que se ha disparado desde el 2007-2008. Paralelamente a esta ofensiva en curso se va adoptando algunos mecanismos suaves de reglamentación de los mercados financieros y se ha efectuado una estatización de algunas empresas financieras (principalmente en Estados Unidos y en el Reino Unido).
Unas movilizaciones populares masivas podrían conducir a un cambio en la política gubernamental, más o menos comparable al iniciado por Franklin D. Roosevelt, el New Deal, a partir de 1933, casi cuatro años después del crash de Wall Street, y seguido por diferentes gobiernos de Europa occidental, como Gran Bretaña y Francia. [5] ¿Pasará lo mismo esta vez? No hay ninguna garantía. Todo dependerá del rigor de las resistencias de aquellas y aquellos que son víctimas de la crisis. Es la lucha de clases, esa realidad que el pensamiento único quiere hacer desaparecer, la que decidirá la salida.
Por su parte, los pueblos de los PED están también directamente confrontados a un retorno con toda la fuerza de la ofensiva del capital contra el trabajo. En efecto, los años 2004-2007 habían significado en numerosas regiones, especialmente en los países emergentes, una ligera mejora en las condiciones de vida, debido principalmente a un nivel elevado del precio de los productos primarios (incluido el petróleo), que generaba ingresos importantes para los países exportadores. En el caso de China, la causa fue el aumento permanente de las exportaciones de productos manufacturados hacia los mercados internacionales. Mediante movilizaciones, los trabajadores chinos y rusos consiguieron aumentos salariales. Los gobiernos de países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argelia, Argentina, Brasil y la India habían aumentado algunos gastos sociales.
La crisis alimentaria del primer semestre del 2008, seguida de las recaídas de las crisis financieras y económicas modificó totalmente la situación, incluso si todos los países no se ven afectados de la misma manera. Una nueva crisis de la deuda está en gestación. En el conjunto de los países perjudicados serán determinantes las luchas populares. Porque es necesario poner por delante una solución anticapitalista a esta crisis, sin esperar la salida que los capitalistas y los gobiernos a su servicio quieren imponer, y luchar sin demora para conseguirlo.
Éric Toussaint(*) para Voltairenet - 16/09/09 - Traducido por Griselda Pinero y Raul Quiroz
(*)Presidente del CADTM-Bélgica (Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo). Último libro publicado: Banque du Sud et nouvelle crise internationale, CADTM/Syllepse, 2008
21.9.09
Infierno en tierra de dioses
Éste es el cuarto reportaje de una serie con la que 'El País Semanal' y Médicos Sin Fronteras se acercan a los conflictos olvidados. Se trata de Juan José Millás con Médicos Sin Fronteras en Cachemira. Lo han precedido con otros artículos:
Mario Vargas Llosa en la República Democrática del Congo
Viaje al corazón de las tinieblas
Mario Vargas Llosa visita el Congo, un rico país sumido en la miseria de la guerra y el terror. Hambre, violaciones, asesinatos y corrupción sacuden esta tierra sin ley. Médicos Sin Fronteras y 'El País Semanal' inician con éste una serie de viajes de diferentes escritores para rescatar del olvido a las víctimas de la violencia en el mundo.
Sergio Ramírez en Haití
La piedra bajo el sol
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez retrata Haití, el país más pobre de América. Miseria, vaivenes políticos y falta de futuro atenazan a una población acostumbrada al abandono. Segunda entrega de esta serie con la que Médicos sin Fronteras y 'El País Semanal' quieren rescatar del olvido a las víctimas de la violencia.
Laura Restrepo en Yemen
Las reinas de Saba
Las reinas de Saba La escritora colombiana Laura Restrepo ha viajado a los campos de refugiados en Yemen. Miles de mujeres y niños llegan hasta allí desde las costas del Cuerno de África. Huyen de la guerra, el hambre y el odio. Tercera entrega de esta serie con la que Médicos Sin Fronteras y ?El País Semanal? quieren rescatar del olvido a las víctimas de la violencia.
LEER LA REACCIÓN DE JOSÉ SARAMAGO AL ARTÍCULO DE LAURA RESTREPO
JUAN JOSÉ MILLÁS
Infierno en tierra de dioses
06/09/2009
En cada casa, una carpeta desgastada guarda papeles de un secuestro, una tortura, una desaparición. La locura se respira en el Estado indio de Cachemira, disputado con Pakistán desde hace 60 años. Una guerra eterna. Uno de los paisajes más bellos de la Tierra. Cuarta entrega de esta serie de reportajes de autor en los conflictos olvidados.
Amanezco en el hotel Haipur Inn, en Nueva Delhi. No hay bichos en las grietas de las paredes ni en las irregularidades del suelo ni en las arrugas de las sábanas empapadas de mi sudor (estamos a 47 grados). El cuarto de baño, todo él de un mármol gris barato, que evoca el de las mesas de los forenses o el de las lápidas del cementerio, está limpio al modo en que están limpios los cuartos de baño de los cuarteles. Hay una ducha con una alcachofa metálica de la que sólo sale (por fortuna) agua fría. La bañera está compuesta de varias piezas, también de mármol, hábilmente ensambladas. Se trata de un trabajo portentoso, de alguien muy obsesivo o muy desocupado.
También de alguien muy pobre. He dormido (es un decir) con el ventilador del techo a tope, calculando que ningún mosquito sería capaz de trabajar bajo su corriente, pero preocupado por la posibilidad de que se saliera de su eje y aterrizara dando vueltas sobre mi cuerpo desnudo. Tras ducharme, he sacado con el móvil una foto del cuarto de baño (no sé por qué esta obsesión de retratar las bañeras, los lavabos, las tazas de los retretes y las cisternas de los hoteles en los que hago noche).
Mientras voy de un lado a otro, aturdido por el calor, intentando recordar qué hago tan lejos de casa, escucho el ajetreo del tráfico. Ayer por la noche, viniendo del aeropuerto, comprobé que aquí se conduce con una mano en el volante y con la otra en el claxon. Los coches y las motos parecen extraños animales parlantes que se saludan o se insultan cada vez que se cruzan. Al poco, uno se acostumbra, y si se produce un silencio de dos o tres segundos, cree que se ha acabado el mundo.
Todavía sentado en el borde de la cama, revisando los tobillos en busca de la picadura de algún animal o de una reacción alérgica a los ácaros del colchón, imagino que todo ese movimiento exterior, todo ese griterío que se da a 47 grados de temperatura, sucediera debajo del agua. Nueva Delhi, entera, debajo del agua, yo debajo del agua, el conserje de este hotel barato debajo del agua, los mendigos debajo del agua, las carnicerías y las pescaderías con moscas debajo del agua, los cadáveres debajo del agua... Glup, glup, glup.
Reconozco esta pobreza limpia; crecí en ella. En realidad, es una suciedad con aspiraciones, una suciedad desinfectada a base de zotal. El suelo tiene el resplandor opaco que producen los detergentes de mala calidad, los jabones duros, fabricados con los restos del aceite sucio que se recoge de las sartenes negras. En cuanto a las sábanas, no son blancas, aunque quizá lo fueron en algún momento de su vida, al principio; luego han evolucionado hacia este blanco sucio, este blanco roto, podríamos decir. No es el blanco lo único que está roto en esta habitación, en este hotel, en este país, en este mundo. Cuando sacudo los zapatos, como hacía de pequeño antes de ponérmelos, me sorprende que no salga de ellos ninguna cucaracha. En cierto modo, me decepciona no haber regresado del todo a mi infancia, pero es que tampoco he venido aquí a escribir sobre mi infancia. A ver si te centras.
Ya en la calle, se me acerca una niña india hiperrealista, como si hubiese salido de la cabeza de Antonio López o del pincel de un pintor flamenco. Quiere rupias hiperrealistas, que no llevo, por lo que le doy dólares impresionistas que celebra con asombro. El tráfico y las calles son realistas, a secas; costumbristas más bien. Se detiene uno cinco minutos en una esquina (es lo máximo que se puede permanecer fuera del coche sin perecer de asfixia) y ve pasar ante él cien escenas de costumbres, cien estampas que ha visto previamente, antes de viajar a este lejano país, en enciclopedias y libros de viajes. La miseria es costumbrista, la muerte es costumbrista, el cemento agrietado es costumbrista, las ratas son costumbristas. Cuando un golpe de calor mata a alguna de las personas que viven en la calle (las hay a millones y mueren como moscas), la recogen unos señores realistas y santas pascuas. Aunque no es fácil mitificar el realismo costumbrista, muchos extranjeros lo consiguen gracias a la espiritualidad. La espiritualidad es surrealista si tenemos en cuenta que en este país hay trescientos millones de dioses, todos en activo. Miles de europeos y americanos vienen una vez al año a purificarse con su yogui de guardia, lo que repercute en el PIB, enhorabuena. La vaca es el animal sagrado por antonomasia (¿qué rayos querrá decir antonomasia?), pero todos los animales lo son en una u otra medida, de manera que si entra en tu casa un mono o una rata y se llevan algo del frigorífico, has de dejarlos hacer. Los Beatles, desde el punto de vista de la fijación del cliché espiritual, hicieron mucho daño a los indios y a los occidentales.
También Octavio Paz, que vivió a cuerpo de embajador seis años en este país, del que obtuvo poemas e ideas y libros, y quizá, en parte, el Premio Nobel. Luego llegarían los actores famosos con mala conciencia y los hippies tardíos y los cantantes de éxito, todos con su ONG portátil y poscolonial debajo del brazo. Anuradha Roy, joven escritora aborigen, mantiene que la mística india es un invento occidental. "En el Mahabharata", añade, "ya está lo que refleja a la India con profundidad y belleza: el materialismo, las intrigas, la codicia y la violencia".
Además de los trescientos millones de dioses, en la India hay más de mil millones de individuos, dieciocho lenguas oficiales y más de mil dialectos. El número de millonarios, como el de pobres, es difícil de calcular, pero nueve de ellos (de los millonarios) están situados entre los cincuenta primeros de la lista Forbes (no hay de momento lista Forbes de los más pobres). La India está dividida en 29 Estados, donde se practican distintas religiones, entre las que el hinduismo es dominante. Pero, como explica el citado Octavio Paz en Vislumbres de la India, esta religión constituye un conglomerado tal de creencias que cuando dices hinduismo no sabes en realidad de qué hablas. Lo mismo sucede cuando pronuncias la palabra India, cuya realidad poliédrica sólo es accesible al entendimiento a través de sus tópicos.
Dos. Hospital psiquiátrico
Huyendo del calor y de los tópicos, cogimos un avión y nos fuimos a Cachemira, región situada al norte y que hace frontera con Pakistán y China. La Cachemira india posee dos capitales, una de invierno y otra de verano; de modo que, cada seis meses, los funcionarios toman sus archivos, sus ordenadores, sus máquinas de café, sus sellos, sus tampones, también a sus familias, y viajan disciplinadamente de Srinagar a Jammu o viceversa. Esta esquizofrenia administrativa parece la antesala de la locura cotidiana que se respira en el Estado, donde hay una concentración desusada de enfermos mentales. Claro, que también es desusado el número de militares que patrullan las calles, y el de civiles torturados, y el de mujeres violadas, y el de desaparecidos, y el de muertos, y el de mutilados, y el de encarcelados, como si una cosa (la excesiva presencia militar, la tortura, las desapariciones, los crímenes, las mutilaciones y la prisión) llevara a la otra (la locura).
El doctor B. B. (prefiere que ocultemos su nombre) es un psiquiatra de 31 años que trabaja en Srinagar, la capital de verano, en la que nos encontramos, para la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
-Antes de 1989 -dice-, el número de pacientes psiquiátricos era de seis mil al año. En el último año se han visto cien mil.
-¿Y a qué se debe tal aumento?
-Al conflicto político.
El conflicto comenzó con la independencia de la India, en 1947. Al trazarse la frontera de este país con Pakistán, gran parte de Cachemira cayó caprichosamente del lado de la India, lo que la condenó a convertirse en un objeto permanente de disputa entre los dos países. A finales de los ochenta y principios de los noventa, el conflicto se agravó debido al empuje de los movimientos independentistas, brutalmente reprimidos por el Ejército indio. La situación de Cachemira parece, de hecho, la de un país ocupado militarmente por una potencia extranjera. Resulta imposible dar dos pasos sin sentir el aliento de un fusil en la nuca. Incluso en medio del campo, rodeados de la nada más absoluta, se puede ver detrás de cada árbol a un soldado indio con el dedo en el gatillo del rifle.
Las leyes indias proporcionan cobertura e impunidad a los grupos militares o paramilitares implicados en la represión. Tu casa puede ser asaltada a cualquier hora del día o de la noche sin control judicial alguno. Tu mujer y tus hijos pueden ser violados en el transcurso del registro; tú puedes ser raptado y torturado, cuando no asesinado, y tu vivienda puede ser destruida u ocupada sin que las leyes te protejan de estos abusos. Ni una sola denuncia ha prosperado, ningún militar o paramilitar ha sido condenado. De acuerdo con un informe de Médicos Sin Fronteras basado en 510 entrevistas llevadas a cabo en dos áreas rurales (Kapwara y Bagdam), entre 1989 y 2005 fueron frecuentes los allanamientos de morada, los cacheos, los registros de poblaciones enteras en los que los habitantes eran congregados en la plaza del pueblo. Los daños a la propiedad y el incendio de casas eran normales. El 73,3% de los entrevistados manifestó haber presenciado abusos físicos y psicológicos, así como humillaciones y amenazas, mientras que el 44,1% los había vivido. Durante ese periodo, siempre según el informe de MSF, una de cada seis personas había sido detenida legal o ilegalmente (no hay frontera entre una cosa y otra). El 76% de los detenidos manifestó haber sido torturado durante la detención.
El reflejo de esta conflictividad es, en la salud mental, demoledor. Al estrés postraumático, la estrella de los cuadros sintomáticos, le siguen los desórdenes de ansiedad, las depresiones y la adicción a las drogas (cannabis, opio y hasta alcohol, lo que llama la atención tratándose de una población mayoritariamente musulmana). Han subido también los niveles de violencia doméstica y de agresiones sexuales.
"Podemos afirmar sin ningún matiz", dice el doctor B. B., "que se trata de una sociedad desestructurada, enferma. Hay dentro de las personas una gran furia que ignoran cómo manejar. El cachemir no era violento y es violento, no era arrogante y es arrogante. Aunque yo mismo no he vivido el trauma de la guerra directamente, soy víctima de él porque me siento frustrado. Cuando salgo de Cachemira y me comparo con quienes me rodean, al tomar distancia, me doy cuenta del tamaño de mi trauma. Hasta la hospitalidad, que era un rasgo característico de nuestra cultura, se está perdiendo".
La conversación se produce en el único hospital psiquiátrico de la región, que tiene dos zonas, una para pacientes ambulatorios y consultas, y otra para internos. Esta última consta de varios módulos dispuestos en torno a un patio central en el que pastan cuatro ovejas, quizá las cuatro locas. Los módulos, que disponen de dos hileras de camas, recuerdan a los galpones militares. El recorrido por las instalaciones te deja mal si estabas bien, e irrecuperable si te encontrabas mal. La dureza de lo que ven los ojos se multiplica por el penetrante olor de los desinfectantes. La sala donde se encierra a los enfermos agresivos es directamente una mazmorra medieval. Hasta hace poco, en este hospital se administraba el electroshock sin anestesia, introducida recientemente por MSF.
"El conflicto", insiste B. B. mientras nos muestra las instalaciones, "ha creado un desorden mental que contamina la vida cotidiana de los cachemires. Aquí, en el día a día, es normal que la policía detenga a alguien y que desaparezca o aparezca al día siguiente en unas condiciones tales que tenga que ser hospitalizado. Mis cuatro primos, hermanos entre sí, fueron un día acorralados y golpeados por el Ejército delante de su anciano padre. Luego se los llevaron al centro de interrogatorios, donde permanecieron tres meses. Los colocaron, junto a otros cuarenta o cincuenta detenidos, en un lugar donde apenas cabían y que no tenía calefacción, aunque estaban en invierno. La rutina diaria consistía en introducirlos en un tanque de agua hasta que casi se asfixiaban. Les echaban pimienta en los ojos; los dejaban desnudos delante de los otros, para humillarlos; los amarraban de los pies y los colgaban boca abajo, introduciéndolos en tanques con agua. A uno de mis primos le aplicaron corrientes eléctricas en el pene. A los tres meses los soltaron sin ninguna acusación. Ninguno de ellos tenía relación alguna con actividades políticas".
Tres. El cementerio
Ahora estamos en un cementerio compuesto de mil tumbas, todas llenas. Sus ocupantes son hombres, mujeres y niños que han muerto en manifestaciones o han sido asesinados por el Ejército indio. Nuestro guía, Abdul Hamid, dice que hay cientos de cementerios como éste en Cachemira. Nos detenemos delante de cada una de las lápidas, como si hiciéramos un vía crucis, para escuchar una brevísima biografía de los fallecidos. A veces tropezamos con cuerpos sin biografía, como el de este niño de dos años que fue asesinado, nos explica Hamid sin énfasis, cuando su madre le daba el pecho. Sobre su tumba crecen flores silvestres. Hay gorriones y mirlos por todas partes. Si levantas la vista, ves el Himalaya, todavía nevado, al fondo. Junto al cementerio, en un descampado, unos jóvenes juegan al críquet vigilados por soldados del Ejército indio siempre a punto para disparar. El día es soleado.
Cuatro. Resistencia civil
La gente de MSF me facilita una entrevista con Khurram Parvez, de 32 años, coordinador de varias organizaciones civiles unidas por el respeto a los derechos humanos tal como los entiende la Carta de Naciones Unidas. Nos dice que en Cachemira está concentrada casi la mitad del Ejército indio (500.000 soldados), cuya presencia ha ocasionado en las dos últimas décadas setenta mil muertos y ocho mil desaparecidos. Nadie es capaz de dar una cifra de detenidos, pero las asociaciones de derechos civiles calculan que no serán menos de dieciocho mil. Estas cifras, añade, son las más espectaculares, pero a ellas habría que añadir la de los torturados y la de las mujeres o adolescentes violados. "Esta situación", concluye, "ha convertido en violenta a una sociedad que no era violenta".
Parvez es un hombre pausado, elegante, algo flemático. Se expresa sin agresividad, pero cada una de sus frases está cargada de razón. Como las asociaciones a las que representa, es partidario de una solución pacífica al conflicto, y esgrime las resoluciones de la ONU, sistemáticamente incumplidas por el Gobierno indio, que posibilitarían esa solución.
Cuando le preguntamos por qué un conflicto tan cruel merece tan poca atención por parte de la prensa internacional, utiliza los dedos de la mano izquierda, a modo de las cuentas de un ábaco, para enumerarlas.
"Primero: este conflicto es de los más largos del mundo. Segundo: la imagen que la India tiene en Occidente es la de un país de Gandhis, como si aquí no fuera posible la violencia. Tercero: ha habido tres guerras entre Pakistán y la India por Cachemira, pero ahora se ha reducido a un conflicto musulmán, lo que ha empeorado su imagen. Cuarto: todo el mundo tiene miedo a la independencia de Cachemira porque está rodeada de cinco países, todos con intereses en la región. Quinto: la imagen exterior de la India, que es la de una democracia, no favorece la resolución del conflicto. Si la causa del Tíbet recibe tanta atención mediática, es porque detrás está China, que se percibe como un país no democrático".
A lo largo de la conversación aparecen otras causas. Cachemira tiene, por ejemplo, unos recursos hídricos excepcionales (el 35% de la electricidad del norte de la India se genera aquí), lo que significa que si el cambio climático fuera a peor, iría a peor también el conflicto. En todo caso, Parvez está seguro de que los conflictos internacionales que no llaman la atención en Europa no se resuelven nunca, de ahí su interés por esta entrevista. Perdida la confianza en la justicia india, sólo les queda el recurso a la publicidad y a los tribunales internacionales, a los que están derivando todas las causas pendientes.
Ya al despedirnos, y como pidiendo excusas por su dificultad para levantarse, nos confiesa que su pierna derecha es artificial. La perdió en 2004, al pasar su coche por encima de una mina antipersonal, mientras trabajaba como interventor de unas elecciones locales. Murió su mejor amiga, que iba con él, y su chófer. Hay muchas minas de este tipo a ambos lados de la zona de control, en la frontera con Pakistán.
Cinco. Huérfanos
Entre entrevista y entrevista, en un momento que habíamos decidido dedicar al descanso, nuestro traductor de urdu, que trabaja como consejero de salud mental para MSF y cuya identidad preservaremos, deja caer un asunto que no formaba parte de nuestra agenda: el de los huérfanos. No existen cifras oficiales, pero se calcula que podría haber unos cuarenta mil. Aunque a los huérfanos, en la cultura musulmana, los acoge tradicionalmente la familia, aquí se ha perdido ya esa capacidad. Queda a nuestra imaginación la situación de estos críos.
Seis. Miscelánea
A) Tahira Begum, de 35 años: "Mi esposo desapareció hace siete años, en el transcurso de un viaje a Nueva Delhi. Desde entonces he recorrido todas las cárceles de Cachemira en su busca. Tengo tres hijos, de 15, 12 y 8 años. El del medio, que tenía ocho cuando su padre desapareció, lloró tanto que perdió la visión. La ha recuperado en parte, pero está siempre solo, no habla con nadie".
B) Giul Shan Begum, de 40 años: "Mi cuñado era militante separatista. El Ejército vino a esta casa, se lo llevó aquí cerca y lo golpearon hasta la muerte. Explico esto porque mi cuñado, al ser militante, corría ese peligro. Pero mi hijo era un chico que vendía fruta. Eran las seis de la tarde y volvía del mercado con otras tres personas cuando unos militares lo apresaron. Cuando me avisaron, fui con un grupo de personas al campamento militar. Me dijeron que lo tenían allí, pero que lo iban a soltar. Todos los días nos decían lo mismo. Denunciamos el hecho. Luego entramos en contacto con una sección de la policía, por si podían influir en su liberación. Los oficiales nos dijeron que sabían que mi hijo era inocente y que había que soltarlo. La persona que nos dijo que era inocente conocía a los jefes. Le pedimos que hiciera algo y nos pidió dinero. Reunimos 20.000 rupias y se las dimos. Hoy, a las cinco de la tarde, nos dijo este hombre, van a soltarlo; vete a casa, prepara una comida y una fiesta. A las cinco no llegó. Sólo Dios sabe quién se quedó con el dinero. Lo buscamos por todas las cárceles, incluida la más grande, que está en Delhi. He seguido gastando dinero en intermediarios, incluso vendí un anillo de oro. Nuestra situación económica se vino abajo. Con todo este drama, tengo problemas de corazón que han evolucionado hacia una diabetes. Ayer tuve que llevar a mi marido al médico porque ha enfermado física y mentalmente. Un sobrino mío montó una tienda de mecánica para ayudarnos, porque tenemos una hija pequeña, y vinieron las fuerzas especiales de la frontera, cogieron a mi sobrino y se lo llevaron. De esto hace nueve años. Fuimos al campamento militar y nos dijeron que lo soltarían en tres o cuatro días, pero apareció muerto en la carretera".
C) Bilal Ahmad, de 25 años: "Un día, cuando tenía 12 años, vinieron a casa unos renegados (ex militantes independentistas vendidos a las fuerzas de ocupación indias) y se llevaron a mi padre. Apareció al día siguiente, muertos a tiros, en el pueblo de al lado. Mi padre era maestro y no se dedicaba a la política, pero no tenía inconveniente en expresar sus ideas públicamente. Los renegados lo mataron a cara descubierta porque los renegados pueden hacer cualquier cosa, están protegidos por el Gobierno indio. De hecho, el crimen se denunció sin consecuencias. A los renegados que mataron a mi padre los mató tiempo después el Ejército, también de forma irregular. Recuerdo que mi padre siempre estaba riñéndonos a mi hermano y a mí porque nos pasábamos la vida jugando al críquet. Si mi padre viviera, me habría obligado a estudiar".
D) Abdul Ahad Rah, de 70 años: "Mis hijos trabajaban en Nepal, en una tienda de cueros. Primero se fue mi hijo mayor y luego se llevó al pequeño porque había mucho trabajo y les iba muy bien. La policía nepalí, en complicidad con la india, cerró un día todos los negocios de los indios y detuvieron a varios, entre ellos a mis hijos, que desaparecieron. El mayor tenía 26 años y era muyahid, aunque cuando desapareció, en 2000, ya no militaba. El otro, de 23, era civil. Primero los buscamos por diferentes prisiones. Nos dijeron que habían sido llevados a Rajastán (pagamos 10.000 rupias a la policía india sólo por obtener esa información), adonde yo fui tres o cuatro veces sin verlos. Gastamos mucho dinero en abogados y en viajes. De Srinagar (donde nos encontramos) a Delhi, adonde también hemos ido, se tarda en llegar día y medio en autobús y aún hace falta otro día más para llegar al lugar donde se encontraba la prisión. Preguntamos por ellos y nos dijeron que en efecto estaban allí, pero que no nos los podían mostrar si no presentábamos un documento. 'Pues volvemos a Delhi a por el documento', dije. Pero me dijeron que lo daban en Srinagar. Volvimos mi mujer y yo a Srinagar, obtuvimos el documento y emprendimos el regreso a la prisión en un coche alquilado, con otras seis personas, todas de la familia, que decidieron acompañarnos, pues nosotros somos una familia típicamente cachemir, ni siquiera hablamos el urdu, sólo el cachemir. Una vez llegamos a la prisión, le enseñamos el papel al responsable y nos dijo que no podía dejarnos ver a nuestros hijos, pese al documento, porque tenía prohibido mostrar a presos cachemires. Como no sabíamos qué hacer, nos quedamos en un hotel, en Jaipur, pensando. Entonces llegaron agentes del servicio de inteligencia y nos dijeron que si no nos íbamos del hotel nos matarían porque tenían información de que esa cárcel iba a ser atacada por terroristas cachemires. Nos volvimos asustados a nuestra casa, que más tarde tuvimos que abandonar porque el Ejército venía todos los días y acosaba a las niñas. La casa fue tomada por el Ejército, que montó allí un campamento. Hemos conocido todas las formas de humillación, pero no pararemos hasta saber qué ocurrió con nuestros hijos".
E) Sagib Mwetaza, de 21 años: "El 1 de febrero de 1998, a las once de la noche, se presentó en casa un grupo de una fuerza del Ejército compuesta por renegados y se llevaron a mi padre tras golpearlo en la habitación con una porra eléctrica. Luego, en el campamento militar lo torturaron colgándolo del techo y poniéndole debajo fuego para quemarle la planta de los pies. Le cortaron las piernas hasta las rodillas. Como un compañero de celda había visto las torturas, le pusieron una bomba en el cinturón, lo dejaron en medio del campo y la hicieron explotar. Luego recogieron los pedazos, los unieron y se los entregaron a mi madre asegurándole que había muerto manipulando explosivos".
Siete. La sangre del bolígrafo
La carcasa de mi bolígrafo, fabricado en Tailandia, era transparente. Su depósito parecía un vaso sanguíneo, de modo que a medida que escribía con él acerca de la existencia cotidiana de los cachemires, daba la impresión de desangrarse, más que de consumirse. Todo aquí estaba escrito con sangre. No había una sola familia que no hubiera sido víctima, directa o indirectamente, del conflicto. Quien no había perdido a un hijo, a un padre o a una hermana, había perdido a un primo, a un vecino, a un amigo. La ceremonia, en todas las casas en las que entrábamos, era semejante: dejábamos los zapatos en el patio, penetrábamos en la intimidad familiar, nos sentábamos en el suelo de la cocina o de una sala, nos servían un té o un zumo y comenzaba la relación de atrocidades. Cada relato solía ilustrarse con documentos y fotografías. Éste era mi hijo, o mi marido; aquí están las denuncias que hemos puesto, aquí los partes médicos, aquí las facturas de cuando viajamos a tal o cual prisión en su busca...
En cada casa había una carpeta de gomas, desgastada por el uso, donde se guardaban como una reliquia todos los papeles relacionados con el secuestro, con la desaparición, con la tortura, con el crimen, con la mutilación... Tú abrías con enorme respeto esa carpeta, que tenía también algo de ataúd, y te internabas en un túnel de dolor, de burocracias, de certificados, de imágenes. Te lo mostraban todo porque representabas a un periódico europeo cuando ya la única esperanza de esta gente está en el exterior, en la prensa y en los tribunales internacionales. Te pedían que publicaras las fotos de sus hijos, los partes médicos, los certificados de defunción... Y te despedían con una esperanza desmesurada que no sabías cómo aminorar.
Cada paso que dábamos, cada calle en la que nos internábamos, cada barrio en el que nos perdíamos, cada hogar de cuya hospitalidad abusábamos, nos acercaba de forma literal (olvídense de las metáforas) al corazón de las tinieblas. Entrábamos en los hogares de la gente con nuestros cuadernos, nuestras cámaras fotográficas, nuestra arrogancia, nuestra condescendencia, y recibíamos su hospitalidad, nos bebíamos sus zumos, nos comíamos sus pastas, poníamos nuestras manos sobre sus fotografías...
Cuando salíamos, llevábamos más cosas de las que teníamos al entrar, pero nos lastimaba la sensación de que ellos se quedaban más vacíos.
Ocho. El paisaje
Lo que escuchábamos en el interior de los hogares nos impedía disfrutar de lo que veíamos fuera. Por eso no hemos dicho todavía que nos encontrábamos en una región considerada desde siempre como una de las más hermosas de la Tierra. En primavera y verano, el valle se convierte en un gigantesco lecho de vegetación coronado de picos con la cresta nevada.
Hay ríos y lagos y bosques y humedales. Hay halcones y águilas y mirlos y papagayos. Hay casas flotantes, de madera, y callejones acuáticos. Hay climas y microclimas y agua en abundancia. Hay trigo, cebada, maíz, lino, lentejas. Hay prados extensísimos que no tendrían nada que envidiar a los "verdes campos del Edén". Hay nogales, albaricoqueros, cerezos, manzanos, melocotoneros, perales, sauces, álamos, plátanos, viñedos, rosales, azafrán, rododendros, juncos y todas las plantas acuáticas que uno sea capaz de imaginar, con su fauna correspondiente de zancudas y migratorias.
"El valle feliz", así fue denominada esta región por los ingleses. Pero es un valle feliz tomado por el Ejército con toda su ferretería de tanques y ametralladoras y de alambres de espino. Su contemplación proporciona sentimientos encontrados, como los que produciría contemplar una hermosa tarta de nata recorrida por una cucaracha.
Nueve. Final
Si la visita al psiquiátrico de Srinagar nos conmovió, la salida de Srinagar nos enloqueció. En el aeropuerto, antes de embarcar, era preciso superar ocho o diez controles, cada uno más duro que el anterior, también más absurdo. Tenías que rellenar varios papeles y colgar del cuello o del equipaje de mano un sinfín de etiquetas que en posteriores controles serían selladas. Si se te escapaba un sello, lo que no era raro, tenías que volver al principio, como cuando en el juego de la oca caes en la caseta de la muerte.
Además, te chequeaban no menos de seis veces y tenías que reconocer el equipaje, después de haberlo facturado, a pie de avión. Había en medio de todos estos trámites un momento terrible, de verdadero pánico, en el que uno tenía la certidumbre de que nunca saldría de aquellas instalaciones. Entonces pensabas que habías muerto y que habías llegado al infierno. Y aunque consiguieras salir, como fue nuestro caso, la experiencia te dejaba un sentimiento de fragilidad que ya no te abandonaría nunca.
De hecho, un fantasma nuestro, una de nuestras múltiples versiones, continúa allí, dando vueltas por los pasillos, rellenando formularios de distintos colores, colocándose etiquetas de todos los tamaños, pasando por las manos de funcionarios que revisan el contenido de tus bolígrafos, de tus cámaras fotográficas, de tus bolsillos. Un funcionario mira, otro sella, otro etiqueta, otro te cachea, otro te interroga... A todo esto, pasas por tantos mostradores, tantos controles, tantos arcos de seguridad, tantas mesas, que resulta imposible no extraviar en uno de esos recodos la carta de embarque, el pasaporte o la razón, a veces las tres cosas. Nosotros perdimos una tarjeta de embarque y la razón. Encontramos la tarjeta de embarque por casualidad, en uno de los mostradores (verdaderos potros de tortura) por los que habíamos pasado. La razón no la hemos recuperado aún.
Lógicamente, todas esas medidas de "seguridad", que aplican a los cachemires cuando entran o salen de su Estado, no proporcionan confianza alguna, pero es que no se trata de eso. Se trata de recordarles que están vigilados, que son el enemigo, que se tiene un control total sobre sus cuerpos y sobre sus mentes.
Cachemira es en la teoría un Estado de la India. En la práctica, un país militarmente ocupado por una potencia extranjera enormemente cruel.