"Unas 10 mil personas desaparecieron en China en una noche"
TOKIO.- La jefa de la disidencia uigur en el exilio denunció el miércoles en Tokio que "unas 10.000 personas desaparecieron en Urumqi (China) en una noche" y se mostró "perpleja y decepcionada" por la actitud de Estados Unidos tras los disturbios étnicos de principios de julio en China.
"Unas 10.000 personas desaparecieron en Urumqi en una noche. ¿Dónde han ido? Si han muerto, ¿dónde se encuentran?", preguntó Rebiya Kadeer durante una conferencia de prensa, en su segundo día de visita a Japón.
El pasado 5 de julio, violentos enfrentamientos estallaron entre los uigures musulmanes y los hanes, mayoritarios en China, en Urumqi, capital de la región autónoma china de Xianjiang, en el noroeste.
"La respuesta de Estados Unidos es algo distante. Estoy perpleja y decepcionada", dijo también la disidente, que vive en ese país desde que se exilió de China en 2005. Añadió que esperaba un cambio de actitud por parte de la administración estadounidense.
"Quiero pensar que Estados Unidos no seguirá impasible. Creo que responderá de la forma adecuada", sostuvo.
Según un responsable oficial chino, los disturbios en Urumqi dejaron 197 muertos. El Congreso mundial uigur de la disidencia exilada, dirigido por Rebiya Kadeer, que denuncia una "colonización" china en detrimento de la cultura y la religión de la comunidad uigur, estima sin embargo que podría haber miles de muertos.
Pekín acusa al Congreso de haber fomentado los disturbios, algo que Rebiya Kadeer volvió a negar el martes en Tokio.
"La responsabilidad la tienen las autoridades que transformaron lo que era en principio una manifestación pacífica en disturbios violentos", señaló antes de afirmar que "para los uigures, participar en una manifestación equivale a un suicidio".
La disidente, que acusó al "gobierno chino de tratar de aplastar al pueblo uigur", pidió también una investigación internacional de los disturbios.
Fuente: Crítica digital - 29 de julio 2009
Rebiya Kadeer: 'El gobierno chino es el verdadero responsable de la masacre'
A sus 63 años, ya hace 10 que Rebiya Kadeer dejó de ser una exitosa empresaria para convertirse en el símbolo de la resistencia del pueblo uigur. En 1999 fue encarcelada por las autoridades chinas por el simple hecho de enviar unos recortes de periódico a su marido, un opositor exiliado en EEUU.
Amnistía Internacional lanzó entonces una campaña internacional para su liberación, que finalmente tuvo lugar en 2005 gracias a la intervención de la administración Bush. A cambio de retirar una demanda contra el régimen chino en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Washington consiguió que Kadeer pudiera salir del país "por razones médicas".
Ahora desde su oficina de Washington, a escasos metros de la Casa Blanca, se dedica a dar a conocer la penosa realidad del pueblo uigur. Como es la líder indiscutible del pueblo uigur, además de candidata al Premio Nobel de la Paz, el régimen chino la acusa de ser el cerebro de las manifestaciones que desencadenaron la actual crisis en su tierra natal.
Pregunta: Cuál es su visión de lo que está sucediendo en Turquestán Oriental?
Respuesta: El gobierno chino está llevando a cabo una masacre contra centenares de uigures. La cifra que ofrece el gobierno es que han muerto unas 150 personas, pero nosotros creemos que el número verdadero oscila entre las 500 y las 1.000, y la gran mayoría de ellos son uigures, y no chinos han.
P: Sin embargo, las autoridades chinas le acusan a usted de instigar las movilizaciones. ¿Es eso cierto?
R: No, estas acusaciones son completamente falsas. No organicé las protestas, ni tampoco he instado a la población a manifestarse. Mi único contacto con Turquestán Oriental antes del inicio de las protestas fue una llamada a mi hermano en la que le urgí a quedarse en casa, y a que pidiera otros familiares también a permanecer en casa, por miedo a que pudieran sufrir la violencia de las autoridades.
El gobierno chino es el verdadero responsable de lo que está sucediendo. Todo empezó cuando 800 trabajadores uigures fueron linchados, y unos 15 murieron, a manos de una turba china en la provincia de Guangdong, sin que las autoridades les protegieran. Ni tan siquiera han arrestado a uno sólo de los agresores. Esta injusticia, además de la represión brutal contínua del gobierno chino, son las que han provocado las manifestaciones.
P: Según las informaciones que llegan de Urumqi, algunos manifestantes uigures atacaron a ciudadanos chinos de la etnia han. ¿Condena estos actos de violencia?
R: Por supuesto. Nosotros siempre hemos abogado por una resistencia pacífica, y nos oponemos a toda expresión de violencia. Ahora bien, por encima de todo, se deben condenar las seis décadas de represión de Pekín, pues ésta es la causa del conflicto. El gobierno miente continuamente, por eso ha cortado las comunicaciones con el Turquestán Oriental. No quiere que el mundo sepa lo que está pasando. Lo medios de comunicación oficiales mienten continuamente. Desde hace tiempo, se han dedicado a presentar a los uigures como terroristas, y hoy la mayoría de chinos han son hostiles hacia nosotros.
P: ¿En qué consiste la represión del gobierno chino contra el pueblo uigur?
R: Es una represión integral, que afecta todos los ámbitos de la vida de una persona, la religiosa, la cultural, la política y la económica. Miles de uigures están siendo obligados a desplazarse a trabajar a otras provincias, mientras el gobierno trae a otros miles de chinos han a Turquestán Oriental. Se prohíbe nuestra lengua, y todo aquel que haga algo por la defensa de la identidad uigur, se enfrenta a torturas, e incluso a su ejecución. Calculamos que hay entre 100.000 y 200.000 presos políticos uigures. Nos quieren destruir como pueblo.
P: ¿Por qué Pekín les trata con tal brutalidad?
R: Porque nuestra tierra posee unos recursos naturales extraordinarios, entre ellos petróleo y gas, y el gobierno no quiere correr el mínimo riesgo a perder su control. Actualmente, la explotación de todos estos recursos no revierte para nada en la prosperidad del pueblo uigur.
P: ¿Cuáles son sus demandas a Pekín?
R: Aparte de poner fin a la represión a gran escala desencadenada esta semana, queremos que el gobierno aplique sus propias leyes, y se nos otorgue la autonomía política. Además, exigimos que se acaben las ejecuciones políticas, las violaciones sistemáticas de Derechos Humanos, y las políticas para reducir nuestro peso demógrafico en nuestra propia tierra, así como nuestra identidad cultural. Aunque deseamos la independencia, somos conscientes que ahora mismo es una utopía.
P: ¿Se ha entrevistado estos días con algún representante del gobierno norteamericano?
R: Estamos trabajando para que el gobierno haga una declaración de condena contundente. De momento, su silencio es muy decepcionante. Me hace sentir muy triste. Por desgracia, algo parecido puede decirse de los principales gobiernos y ONGs occidentales.
Fuente: Diario El País - 9/07/09
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